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Qué ver y hacer en Marrakech

Qué ver y hacer en Marrakech

Qué ver y hacer en Marrakech

Plaza Jamaa el Fna

Plaza Jamaa el Fna

Qué ver y hacer en Marrakech. Jamaa el Fna es el centro neurálgico de Marrakech. Es una plaza enorme donde encontrará de todo, desde puestos callejeros donde degustar comida local hasta hombres con serpientes y monos que le perseguirán para que se haga una foto con estos animales.

En su visita a Marrakech, pasará por delante de esta plaza innumerables veces, ya que tiene que cruzarla para llegar a diferentes partes de la ciudad. Si no, asegúrese de visitarla a diferentes horas del día y de la noche, ya que la plaza cambia y se transforma con el paso de las horas.

Además de pasar un buen rato paseando por ella y sorprenderte con la variedad de curiosidades que aquí encontrarás, te recomiendo que uno de los atardeceres en la ciudad lo pases en uno de los tejados de la plaza, no sólo por las vistas de la puesta de sol, sino también para ver cómo va cambiando Jamaa el Fna a medida que cae la noche, cómo se ilumina y cómo van apareciendo los puestos de comida callejera. Una muy buena opción para este momento es Le grand balcon du café glacier.

Zoco Qué ver y hacer en Marrakech

En toda ciudad árabe encontrará un zoco, ya que esta palabra procede del árabe سوق (suq) y significa mercado. El zoco de Marrakech tiene más de ocho siglos de historia. Aquí venían las tribus del desierto a descansar, vender sus mercancías y tomar el té. Se reunían según su gremio y así ha seguido siendo hasta hoy, con las tiendas separadas según lo que se vende en ellas. Así, encontrará el zoco de los tinteros, el de las lámparas, el de la seda y el algodón….

Para entrar en el zoco de Marrakech, tienes que tener claro que el tiempo que pases aquí lo vas a dedicar a regatear precios y a decir mil veces no a sus ofertas. El zoco es uno de esos lugares donde los vendedores te persiguen para intentar venderte algo y no te dejan marchar hasta que lo consiguen. Aunque para algunas personas puede ser un rollo, también puede ser una experiencia inolvidable. Mi caso es este último, ya que aquí conocimos a dos vendedores bereberes que nos invitaron a su casa en las afueras de la ciudad y nos prepararon la cena. Los marroquíes son tremendamente hospitalarios y amables, y adentrarse en su vida cotidiana es una experiencia impagable.

Hamam Qué ver y hacer en Marrakech

Una experiencia única en Marruecos es ir a un hamam. Los marroquíes tienen unos espacios comunes a los que acuden a bañarse y de los que saldrás como si hubieras pasado por un túnel de lavado. Están los hamames tradicionales, en los que solo encontrarás gente local, y los adaptados a turistas. Lo curioso de estos lugares es que hay una persona que, literalmente, te baña. Si vas a uno turístico (como es mi caso), te tumbarán en el suelo y te limpiarán de arriba a abajo con una esponja de crin que te quitará toda la mugre de la piel. Te vas a sorprender de la cantidad de suciedad que sale.

Mezquita Koutoubia

Mezquita Koutoubia

El minarete de la Mezquita Koutoubia es una visita obligada. Con sus 66 metros de altura, es uno de los edificios más llamativos de la ciudad. En cuanto a la mezquita, aunque hay muchas por todo Marrakech, ésta es la más importante y una de las más grandes no sólo del país, sino de todo el mundo árabe.

Como en la mayoría de las mezquitas, el acceso a los no musulmanes está prohibido, pero le recomendamos que de todas formas se acerque a la zona, sobre todo a la hora de la oración, y vea de primera mano cómo viven la religión los marroquíes, cómo rezan allí donde captan la llamada a la oración y cómo se preparan para este momento.

Madrasa de Ben Youssef

Madrasa de Ben Youssef

Para quien nunca haya visitado un país árabe, la palabra «madrasa» puede no resultarle familiar, pero en cuanto ponga un pie en una de ellas, la verá por todas partes. Madrasa significa escuela, de cualquier nivel, aunque en Occidente suelen referirse con este nombre sólo a las escuelas superiores donde se imparten estudios religiosos.

La madrasa Ben Youssef de Marrakech es la más grande del país y está situada junto a la mezquita del mismo nombre. En este caso, se trata de un espacio construido para estudiar el Islam. Sus 130 aulas daban cabida a 900 estudiantes. Se fundó en el siglo XIV y funcionó como lugar de estudio del Corán durante casi cinco siglos. Hoy es un museo y una visita obligada en su viaje a Marrakech, ya que posee una increíble arquitectura islámica y es un lugar donde aprenderá mucho sobre la cultura del país y la importancia de la religión en la vida de los marroquíes.

Horario: todos los días de 8:30 a 16:30.

Precio: 50 dirhams (unos 5 euro)

Cúpula almorávide

Al pasear por Marrakech, se descubren edificios sorprendentes, todos ellos con mucha historia a sus espaldas. Uno de ellos es la cúpula almorávide, un edificio del siglo XII que se utilizaba como lavabo para los fieles, antes de su visita a la mezquita Ben Youssef, situada al lado. Esta construcción es la única representación del arte almorávide en toda la ciudad.

Horario de apertura: De lunes a viernes, de 8.30 a 18.00 h.

Precio: 10 dirhams (1 euro aproximadamente). Además, hay un billete que incluye la entrada a la madrasa, la cúpula y el museo de Marrakech.

Museos de Marrakech Qué ver y hacer en Marrakech

Junto a la cúpula almorávide y la madrasa de Ben Youssef se encuentra el museo de Marrakech, cuya entrada, como hemos especificado anteriormente, está incluida en el billete combinado de estos edificios. En este museo hay una colección de arte marroquí, pero lo más impresionante es la arquitectura islámica de su interior. Lo mismo ocurre con el museo Dar Si Said, el más antiguo de la ciudad, con interesantes exposiciones, pero en el que destaca su arquitectura.

Por otro lado, un museo menos conocido de la ciudad es la Casa de la Fotografía, que recoge exposiciones durante todo el año, todas ellas siempre con un componente social, histórico y folclórico, además de una gran variedad de fotografías antiguas de la ciudad.

Curtidores de Marrakech

En Marruecos, el trabajo del cuero es muy común. Por todo el país encontrará bolsos, carteras y otros artículos de cuero. En Marrakech, puede visitar el lugar donde trabajan los curtidores para conocer el proceso de fabricación. La realidad es que es un trabajo muy duro, con exposición a muchos productos químicos y muchas horas de pie. El bajísimo precio de los artículos de cuero en el zoco hace que la mano de obra sea muy barata.

Teniendo esto en cuenta, si quiere visitar a los curtidores de Marrakech, puede hacerlo con una visita organizada o por su cuenta. Si elige la segunda opción, deberá dirigirse a la puerta de Bab el Debbagh, donde comienza la zona de los curtidores. Aquí el olor es muy fuerte, así que procura llevar algo que puedas oler de vez en cuando para contrarrestarlo.

Además, debes saber que en los alrededores de las curtidurías hay mucha gente que te ofrecerá un paseo gratis, pero al final te pedirán dinero, así que si quieres que te acompañen, no dudes en hacerlo y prepara alguna propina para darles al final.

Palacio El Badi

Palacio El Badi

Horario: De lunes a domingo, de 9:00 a 17:00.

Precio: entrada general, 70 dirhams (unos 7 euro).

Palacio de la Bahía

Siguiendo con los palacios, a unos 10 minutos a pie de El Badi se encuentra el Bahía, una construcción realizada en el siglo XIX con un ambicioso objetivo: ser el palacio más impresionante de la historia. La grandeza del palacio desapareció tan rápido como murió su propietario, el visir Abu Bou Ahmed. Tras su muerte, todos los que vivían aquí, incluidas sus esposas, abandonaron el lugar, llevándose consigo todos los objetos de valor que encontraron a su paso.

Así, hoy en día, el palacio está completamente vacío, pero se conserva la arquitectura del edificio, con un total de 150 habitaciones y su espacio más famoso, el harén de las 4 esposas y 24 concubinas.

Horario: De lunes a domingo, de 9:00 a 17:00.

Precio: a partir de 10 dirhams (alrededor de un euro).

Jardines Majorelle

Qué ver y hacer en Marrakech
Qué ver y hacer en Marrakech

Seguimos adentrándonos en los jardines de Marrakech, pero esta vez lo hacemos fuera de la medina, en los jardines Majorelle, considerados por muchos como los más bellos de la ciudad. Fueron creados en 1924 por Jaques Majorelle, pintor francés que inicialmente los utilizó como fuente de inspiración para sus obras. En 1980 pasaron a manos del conocido diseñador de moda Yves Saint Laurent y su socio Pierre Bergé, que los salvaron de la destrucción.

Hoy, los turistas acuden a este jardín atraídos por el bello contraste de sus edificios azul eléctrico con el verde de las plantas traídas de todo el mundo. También cuenta con un museo de arte islámico donde se puede aprender más sobre la historia del país y del matrimonio Saint Laurent-Bergé.

Horario: todos los días de 8:30 a 18:00.

Precio: entrada general 155 dirhams (unos 15,5 euros).

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